SHEARWATER
"FELLOW TRAVELERS"
Subpop Records
2013
Desde la cima mas alta comienza este "Fellow Travelers" con ese tipo de energía inagotable que nos persuade desde la nada. Hablamos de un grandioso disco con su ascenso y caída, pero "Fellow Travelers" es una carrera hasta el final con estimulaciones inteligentes, impulsadas por sentimientos maravillosos por todas las cosas que suenan aburridas de describir pero estimulantes para los oidos. Cuenta con simples líneas de guitarra y grandes momentos de clímax. Cortes de percusión fuertes a través de la suavidad, de la distorsión y de guitarras que se preparan para dar formas destructivas de detonarlas, pero siempre tratándolas con el mismo respeto que el proceso de la canción sea posible. "Fellow Travelers" nunca se aparta de su argumento melódico, ni una sola vez consigue desorientar a medida que avanza el disco, pero lo más importante es que todo viene a nosotros con tanta facilidad que asusta. El primer sencillo "I luv the valley oh!!" es una canción de la insistencia y del deseo, contiene un registro mixto en su mayor parte, como si se estuviera grabando desde el fondo de un bar, escuchando la ganancia en la voz, sonando enorme y apagada a la vez, como si una trampa se colocara justo en frente del micrófono. La alegría que nos da en este momento de escucha nos hace perdernos del mundo al instante, sumergiendonos en otro mucho mas inquietante.
Las letras pueden ser en realidad la parte más perspicaz de este disco, hacen de ellas canciones tan ligeras y dolorosas que abruman según los momentos. Reconozco que soy un gran fan de la escritura de Meiburg, las hace tan fascinantes que te hacen ver las experiencias exóticas de la vida caminando en palabras hacia algún lugar perdido. Como los mejores ensayistas, no concluyen con una exclamación, sino más bien con una evocación.
Momentos como "Hurts Like Heaven" y "Mary is Mary" te hacen sacar lo que llevas dentro y no lo puedes expresar de otra forma que con escalofrios, o al menos esa fue mi primera sensación al instante en que las oí, es fácil ver de donde proviene está alegría/tristeza en "Fellow Travelers", un álbum construido enteramente de intenciones, para corregir y para perseguir lo que se nos escapa y se transforma en etéreo, como Meiburg hace con él mismo. Moviendo de forma rápida las canciones, incluso cuando son contemplativas y fragmentadas para darnos el placer de un paseo a través de la vida en forma de álbum. Para mí, hay cosas que me pregunto en este disco y es si tienen miedo esta generación de músicos a ser atraídos por la ambigüedad a largo plazo, de momento Shearwater son ambiguos, tienen esa extraña habilidad de hacernos sentir felices y tristes a la vez. Tener una conexión instantánea con algo, eso es la clave del éxito. Y es que el nuevo álbum de Shearwater ofrece algo en que todos podemos ser arrastrados a las profundas grietas abisales de nuestra forma de sentir la música.
From the highest top, this “Fellow Travelers” starts with an
inexhaustible energy that persuade us from the nothingness. We are
talking here about a magnificent record with its own rise and fall, but
“Fellow Travelers” is a run until the end with clever stimulations,
impulsed by wonderful feelings of all that sounds boring to describe,
but stimulating for our hearing somehow. It's made of simple guitar
lines and great moments of climax. Strong percussion cuts through
softness, from distortion and guitar sounds that get ready to give
destructive shapes to detonate them, but treating them always with the
same respect to make the song process possible. “Fellow Travelers” never
distances from its melodyc plot, not once it disorientates us while
it goes on, but the most important thing is that it gets to us so easily
that it's scaring. The first single, “I luv the valley oh!”, is a song
about persistence and desire, it contains mostly a mixed register, as if
it had been recorded from the bottom of a bar, listening to the voice
increase, how sounds enormous and off at the same time, as if a trap had
been place ahead of the microphone. The joy we get from this moment
makes us forget the world instantly, in a more intriguing one.
Lyrics
can actually be the most shrewd part of the record, the make the songs
to be so light and painful that they overwhelm depending on the moment. I
admit that I am a great fan of Meiburg's lyrics, he build them so
fascinatingly that they make you live the exotic experiences of life
walking on words towards a lost place. As the best essayists, they don't
conclude with an exclamation, rather with an evocation.
Moments
like "Hurts Like Heaven" and "Mary is Mary" take out what you're got
inside you and you can't help it to express it in any other way that
shivering, or at least that was my firs impression the moment I listened
to them. It's easy to see where all that joy and sadness come from in
"Fellow Travelers", an album built entirely of intentions, to correct
and pursue all that scapes from us and it transforms in something
ethereal, as Meiburg makes with himself. Moving the songs at a quick
pace, even when they are contemplative and fragmented, to give us the
pleasure of a stroll through life in the shape of an album. To me, there
are things I wonder about in this record like whether this generation
of musicians are afraid of being attracted by ambiguity in the long
term. By now Shearwater are ambiguous, they have that odd ability to
make us feel happy and sad at the same time, the instantaneous
connection with something, that is to me the key to success. So,
Shearwater new album offers something in which we all can be dragged
from the deep abyssal cracks in our own way of feeling the music.
Puntuación *7/10
SvS