SOUNDGARDEN
"DOWN ON THE UPSIDE"
A&M Records
1996
Que fácil es echar la vista hasta el año 96 y que lejano y doloroso empieza hacerse ya, 1996 la escena grunge veia sus últimas horas. Ningún grupo resultante de esta ola era capaz de manejar esa conciencia repentina creada por los medios, con afluencia de dólares y un reconocimiento unánime que sobrepasaba las espectativas. Después de haber experimentado la gloria con el álbum anterior, Superunknown, Chris Cornell y su equipo trataron su última batalla de la década con sus últimas fuerzas. Si uno se fija atentamente ya puede dislumbrar una curiosidad en la cubierta, no es difícil entender que cada miembro parece estar tomando un camino musical diferente. En las fotos, cada miembro del grupo está representado por una sombra negra, como aspirante a un retorno a un anonimato.
A través de este álbum con más de una hora de música, Soundgarden dejaron de lado las guitarras sucias y representativas del grunge para mostrar un verdadero talento en la composición de sus melodías, menos pesadas que antes. La producción y los arreglos son los grandes puntos. Y me refiero a la riqueza de "Pretty Noose", "Rhinosaur" o la muy rápida y sorprendente "Ty Cobb" ofreciendo una mandolina en solitario en un buen riff agresivo. Pero esta vez, Soundgarden estaba dispuesto a poner varias cuerdas en su arco. Los amantes de Superunknown encontraron algunas atmósferas con plomo en "Never The Machine Forever" o "Tighter & Tighter". Chris Cornell parecía haber invertido realmente en este álbum una idea de su futura carrera como solista, ofreciendo algunos cotes ligeramente claros "Burden In My Hand" o canciones mas lentas y hermosas como la melancólica "Blow Up The Outside World"," Overfloater "o" Boot Camp ".
En general, este no es su mejor o el más memorable álbum, pero todavía es, sin duda, Soundgarden. Y no lo que sacaron posteriormente con King Animal, la mayor parte de sus atributos sorprendentes aún estaban presente y conservaba una sensación cómoda, para bien o para mal, probablemente inducida por la productora. El álbum tiene momentos maduros, así como destellos de juventud por lo que no hay paso en falso en este álbum. Solo deja un sabor amargo en la boca porque nos hubiera gustado encontrar más canciones tan fuertes como la zeppelinienense "Zero Changes" o la extraña "Applebite" y la grunge "Dusty". Sólo podemos consolarnos a nosotros mismos escuchando de nuevo en modo bucle su discografía y especialmente los tres últimos, tres monumentos ineludibles de los 90s.
Puntuación *9/10