NICK CAVE & THE BAD SEEDS
"THE BOATMAN'S CALL"
Mute Records
1997
¿Hasta que punto estamos influenciados por la música? ¿No os habéis preguntado alguna vez qué tipo de personas seriáis sin ella? Quizás, por mi tendencia romántica de las cosas que me apasionan, es una visión un poco fantástica la pregunta y en realidad nunca llegaríamos a hacer un cambio tan radical, pero si es curioso ver gente de tu misma índole generacional con vidas tan dispares a la tuya cuando justamente las inquietudes musicales que albergáis también lo son. Creo, que todos los que estamos sumisos a esta secta llamada música nos da pie a tener una filosofía mucho mas profunda de las cosas que nos rodea en la vida, llamarlo sensibilidad o como queráis, pero creo que gran parte es así. Luego está el lado emotivo y nostálgico, la que te hace sentir momentos especiales, como escuchar a un grupo y teletransportante en alma a la fecha la cual te marco para siempre, y por último la que por razones que desconocemos llega gente un tiempo limitado en nuestras vidas para que simplemente vivan eternamente en ciertas canciones, artistas o discos. Es curioso como puede dar tanto juego la música verdad¿? pero a las pruebas me remito, todos estos ejemplos que intento explicar de esta forma son para que podáis entender que no para todo el mundo la música es un simple pasatiempo que ayuda a paliar una tarde de domingo de simple aburrimiento o un acompañante de autobús de trayecto de casa al trabajo o viceversa. Aquí hablo de algo intangible pero existente, algo que sondea por tus venas, por tu piel y tus órganos vitales y que te hace llorar y te hace sentir hasta hacerte cambiar.Muchisimas veces me he preguntado que disco podría ser la banda sonora perfecta para el final de un amor. El acompañamiento musical perfecto para destacar la muerte de un sentimiento. ¿Ese disco que escuchas con el objeto del deseo de tratar de apaciguar ese momento de dolor y que trae mas el lado masoquista que el de la propia luz, los recuerdos, las noches apasionadas cuando dijisteis ese "para siempre"
Este es un disco profundo y sentimental, un disco con algunos temas que son la clave de lágrimas desatadas "people ain't no good ". The boatman's call, por extraño que parezca, es uno de los álbumes qué a aún no se han revisado en La Silla Enfadada, un álbum que es sin duda mi favorito de Nick Cave, uno de los más íntimos, el más delicado y amargo , una historia de amor y su final, la búsqueda de un dios que es capaz de aliviar el dolor de la pérdida de lo que parecía absoluto, infinito y especial. Todo muere inevitablemente, pero a menudo nos morimos prematuramente debido a la pereza o la falta de deseo, porque somos hijos de un mundo desechable, que nos enseña a pisotear los valores más primitivos, a renunciar a las primeras de cambio, y no luchar más que por las cosas buenas que nos ponen en el tiro.
The boatman's call, es el álbum donde la furia y la locura, se mezclan con la cultura más tradicional de un crooner. Es un álbum terapéutico e introspectivo en que Cave desata después de un divorcio y un sinnúmero de vicisitudes personales, en él se encuentra la meditacion profunda sobre el significado de los conceptos más puros y a la vez mas complejos: el amor, la muerte, la fe, la racionalidad, el odio. "And I don't believe in the existence of angels, but looking at you I wonder if that's true" "Into My Arms".
Es un continuo cuestionamiento interior, el cuestionamiento de no tengas miedo de mirar dentro y admitir tus debilidades, un hombre, un padre "Far from me", todos somos igual de miserables y mortales como los demás. La belleza de las canciones, con su hibricidez (¿Existe esa palabra o me la acabo de inventar? jeje) las dulzuras y las amarguras han sido a menudo mis compañeras en las ultimas noches melancólicas de estos años. Me han hecho sentir menos solo, menos estúpido. ¿Por qué sufrimos todos y cada uno sufre de algo que los demás no vemos tan importante?. Estamos acostumbrados a enfocar nuestro dolor, en nuestro sentido de ser "únicos" a causa de este dolor. Y al mismo tiempo, en nuestra fragilidad podemos ser devastadores, hacer un daño inmenso a los que nos aman, obviamente preferimos matar que de ser muertos o ser victimas, a menudo adoptamos la maldad de los que tratan de sobrevivir al dolor. El amor y la muerte, que siempre fueron juntos y que cada vez más confundidos entre sí.
El álbum habla de esto, una historia de un hombre que resume la primera mitad de su vida, su papel en la sociedad, sintiéndose inmensamente pequeño pero cargado de sufrimiento, y de esa enfermedad que ofrece el amor a él y a los demás.
Puntuación *9/10
Sergio Verdiell
